viernes, 22 de junio de 2012

Renovarse o morir

Las personas cambiamos de peinado, de forma de vestir y de apariencia en general. Y nuestras marcas no van a ser menos, la imagen y la apariencia también puede extrapolarse al mundo de la empresa.
La importancia de la imagen corporativa de una marca radica en cómo queremos que nos vean y nos perciban nuestros clientes potenciales, al fin y al cabo, es la manifestación física de la organización. Y esto no es fácil de cambiar, además de arriesgado, por eso es importante valorar si este cambio debe ser parcial o total y contar con la seguridad de que estamos alineados en todos los ámbitos de la empresa.
Pero, ¿Qué nos lleva a plantearnos esta decisión? Los principales motivos son los siguientes…
-          Cambio de la estrategia global de la compañía: Todo lo que hasta ahora era importante transmitir o marcar como objetivo, cambia, por lo que la imagen debe acompañar a perseguir las nuevas metas.

-          Detección de errores en la imagen actual: Nos estamos equivocando, no estamos mostrando lo que realmente somos o queremos llegar a ser.

-          Cambiar la percepción del cliente: La empresa sigue enfocada a la misma actividad pero queremos ser percibidos de manera diferente.

-          Creación de nuevas líneas de negocio: La expansión requiere que todas las ramas de una misma compañía tengan un punto en común en su imagen que permita que el cliente relacione sus atributos y nos enfoquemos en una misma línea.

-          Especialización: Justo el proceso contrario, deshacerse del resto de líneas de negocio y enfocarse en una concreta, lo que necesitará una línea de imagen más específica.
A continuación, os dejo algunos de los cambios de imagen más populares:
Claro ejemplo, el de la marca de refrescos Pepsi, muy criticado en su última fase por algunos sectores de la sociedad americana al considerar que apoyaba de manera subliminal la candidatura del presidente Obama.


Movistar, o la ya olvidada Telefónica, que en sus más de 80 años de historia ha convivido con cuatro logos diferentes, siendo el primero el más duradero durante 60 primaveras. ¿A qué se debe el concentrar tantos cambios en sólo 15 años? Quizás en que, precisamente, el sector de la telefonía ha innovado a pasos agigantados en ese periodo de tiempo, lo que conllevó también la internacionalización de la compañía.

McDonald's, la multinacional de los arcos dorados ha cambiado su imagen en todo el mundo, dejando de lado los tonos rojos, relacionados tradicionalmente con la comida rápida, para redirigirse al verde, color que evoca hábitos de vida más saludables.

¿Y quién no recuerda el clásico logo de Danone? El cambio vino a finales de los 90, con el crecimiento de fabricantes de lácteos, que mostraban líneas más innovadoras y actuales, y obligó al gigante del sector a renovarse.

Tengamos en cuenta también que el cambio de imagen no supone sólo un cambio en colores corporativos, logos y eslogan, es algo mucho más profundo, desde packaging a puntos de venta, todo debe ir alineado en la misma dirección. Más adelante escribiré sobre la adaptación de estos cambios a las empresas retail.

Lo que sí es indiscutible es que estas insignias de las marcas ya forman parte de nuestra vida, pero como nosotros mismos, necesitan cambiar su apariencia, sea por el motivo que sea.

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